La industria de cómputo está en constante renovación y un claro ejemplo son las computadoras de escritorio All-in-One, una propuesta necesaria y urgente para este mercado, y por otro lado, las laptops ultraligeras, notebooks que permiten mayor tiempo de productividad.
El desempeño y la estética de ambas categorías, dirigidas a distintos tipos de usuarios y requerimientos, son diferenciadores en esta nueva generación de equipos de cómputo. Una faz integradora para las All-in-One y mayor duración de la batería para las portátiles ultraligeras.
Hemos decidido abordar estos dos tipos de productos pues son relevantes en la actualidad y donde se esperan crecimientos importantes.
En una computadora All-in-One, es importante conocer la cantidad de puertos USB sin contar las entradas necesarias para teclado y mouse; en algunos modelos será recomendable adquirir un hub USB. Si la PC cuenta con lector de tarjetas o sintonizador de televisión, son extras muy apreciables.
La estética integrada
Una computadora de escritorio All-in-One es en esencia un monitor plano con los componentes del CPU (procesador, memoria RAM, disco duro, etcétera) e interfases ubicadas en la mayoría de los casos a los costados o en la parte posterior del equipo. Resultando en una pantalla luminosa que centraliza la atención, un lector óptico al costado y cables disimuladamente ubicados en la parte posterior para sus periféricos y alimentación.
Estas máquinas responden a una necesidad de espacio, son más prácticas y la integración les da una ventaja estética. Simultáneamente, un solo equipo se convierte en el centro de toda clase de medios, desde bajar un video casero y editarlo, ver fotografías, trabajar con procesadores de texto, hasta ver películas en alta definición, y/o la televisión. Pero optar por una PC de este tipo les da por desventaja reducir la cantidad de actualizaciones en hardware limitados a disco duro, memoria RAM y en algunos casos el lector óptico.
En la evolución de estas computadoras, Marcelo Bertolani, director de Consumo de Intel México, nos comenta que el surgimiento de las plataformas móviles creó un nuevo paradigma de consumo. Ciertamente, el tema era lograr un equilibrio entre consumo de energía y potencia, así que buscar velocidades en megahertz terminaría por hacer incosteables máquinas portátiles por el tema de su batería. La respuesta fue construir equipos fijos.
De ahí que las primeras All-in-One aprovecharon la arquitectura de procesadores móviles por el tema de disipación de calor (con ventiladores más pequeños), lo que a su vez permitió la construcción de computadoras más delgadas y delicadas. La evolución fue una arquitectura acorde a este tipo de PC que permitía por un lado centralizarse en la estética y por el otro, agregar demandantes capacidades.
Los fabricantes de cómputo pioneros en el concepto de computadoras integradas son Sony con la Vaio All-in-One, Apple con su iMac y HP con la TouchSmart, esta última sorprendió al mercado por su pantalla táctil. Hoy en día empieza a conformarse una propuesta interesante de computadoras All-in-One y es posible encontrar configuraciones desde procesadores Atom para tareas básicas hasta Core 2 Duo destinados al usuario demandante. El terminado brillante, la forma de su chasis, alta definición y control remoto son otras distinciones en la oferta existente.
También ya no tendrás que batallar porque las bocinas le restan espacio a tu escritorio pues todas las All-in-One tienen bocinas integradas, de igual manera presentan teclado y mouse inalámbrico, vienen con tarjeta de red inalámbrica para su fácil conectividad y en algunos casos incorporan cámara Web.
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